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Convivencia entre perros y gatos: 5 trucos INFALIBLES

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¿Llevarse como el perro y el gato? En el mundo de las mascotas, es común escuchar que los perros y los gatos no se llevan bien, pero lo cierto es que es solo un mito. De hecho, la amistad entre perros y gatos es más frecuente de lo que imaginas (¡8/10 hogares con perros y gatos tienen una buena convivencia entre ellos!). Claro, al ser animales de diferentes especies, es normal que necesiten un poco de tiempo y precauciones para conocerse sin problemas.
Si ya tienes un perro en casa y estás pensando en sumar un gato o viceversa, en este artículo te contamos cómo facilitar una convivencia tranquila en tu hogar. 👇

 

Convivencia-entre-perros-y-gatos

 

Llevarse como el perro y el gato: mito o realidad

Usamos esta expresión cuando dos personas se pelean continuamente. Sin embargo, no ocurre siempre esto en el mundo animal, ya que los animales se manejan por sus instintos y energías, y una vez se conocen entre ellos y saben los límites mutuos pueden tener una buena convivencia.

Los perros y los gatos son de especies distintas y por tanto tienen distintos códigos de conducta. Mientras un perro mueve la cola normalmente cuando está contento, en cambio el gato podrá agitar la cola cuando esté enfadado o cuando algo le está molestando.

Lo que es importante que sepas es que los perros no odian a los gatos, solo responden a su instinto cazador, los perros cazan a muchas presas y en la vida urbana hay más probabilidad de que se crucen con un gato que con otro animal. Cuando esto ocurre el perro corre instintivamente detrás del gato, y claro está, el gato huirá, pero esto no les convierte en enemigos eternos ni mucho menos.

Los perros que han aprendido a convivir con gatos es porque ya no los ven como presas y se han conocido bien con sus respectivos límites. Lograr esto a veces no es fácil, lleva tiempo y además seguir una serie de pautas que facilite tanto al perro como al gato encontrar los mejores puntos de encuentro para su convivencia.

 

 

¿Entonces los perros pueden convivir con gatos?

¡Definitivamente sí! Muchos perros y gatos no solamente conviven, sino que se convierten en los mejores amigos, a pesar de ser de especies distintas. Al fin y al cabo, los perros se consideran el mejor amigo del hombre, y también son de especies diferentes, ¿verdad?

La armonía entre diferentes especies se puede conseguir, solamente tienes que conocer las necesidades de cada una y respetar sus límites. Recuerda que tanto los gatos como los perros son depredadores y cazadores por naturaleza, pero también presas. Esto puede causar cierta desconfianza entre ellos al principio. Por eso, es fundamental seguir una serie de pautas para que ambos se sientan seguros y tranquilos en su hogar.

 

 

¿Qué pasos seguir para asegurar una buena convivencia entre gatos y perros?

  1. Trata de que se conozcan en la primera etapa de vida.

Uno de los mejores trucos para que surja la amistad entre un perro y un gato es que se conozcan cuando aún son cachorros. Esto se debe a que durante los primeros tres meses de vida están en plena fase de desarrollo social, así que aceptarán más fácilmente otros animales. Si un perro y un gato se ven desde pequeñitos, lo más probable es que terminen siendo inseparables… ¡o por lo menos tolerándose sin dramas!

¿Qué pasa si uno de los dos ya es adulto? En este caso, la convivencia puede requerir más tiempo y paciencia. Los gatos y perros adultos suelen ser más territoriales y sus instintos de caza pueden aflorar, haciendo que el proceso sea más delicado. Eso no significa que la convivencia sea imposible. Con paciencia, educación positiva y respetando el ritmo de cada uno, verás los avances ¡incluso pueden acabar compartiendo juegos! No tengas prisas y verás los avances.

 

 

  1. Respeta los códigos de cada especie

Hay que tener en cuenta antes de que ambos animales estén juntos que cada especie tiene su manera de organizarse de acuerdo a sus códigos. Mientras que los perros son animales societarios de manada, los gatos son cazadores solitarios territoriales, lo que puede desencadenar fricciones entre ellos. Será importante respetar la jerarquía que ellos mismos marquen para su convivencia, tratando de darles su propio espacio para que ellos se puedan organizar de una manera saludable. 

 

 

  1. Haz una presentación de un animal al otro de forma gradual

Para empezar con buen pie una convivencia entre perros y gatos será importante que planees una presentación gradual de uno de los miembros al otro. Lo que no debes hacer nunca es meter a uno de los animales en la casa del otro sin al menos haber seguido una serie de pasos previos, ya que no se conocen y se sentirán como intrusos, solo conseguirás que quieran cazarse mutuamente. Por eso debes evitar que se alteren el uno en presencia del otro, más adelante te contaremos cómo hacer una buena presentación entre ellos.  

 

  1. Darles comida en áreas separadas

Sobre todo en los primeros días o semanas de la convivencia, tienes que tratar de que tanto tu perro como tu gato tengan sus espacios diferenciados para la comida para evitar una disputa. Con el tiempo y cuando ya se conozcan, no necesitarás separarles sus cuencos y comerán de manera tranquila el uno junto al otro.

 

  1. Dales juguetes adecuados a cada uno

En el mundo animal también existe el deseo de tener lo que tiene el otro, lo que puede empeorar mucho una relación entre perro y gato. Los juguetes logran canalizar el instinto de caza en los gatos evitando conductas depredadoras, mientras que el perro lo tomará como algo que simplemente le pertenece. Por ello, es importante que tengan juguetes cada uno relacionados con sus preferencias, además servirán para que se mantengan entretenidos y liberen energía, logrando una mayor satisfacción y bienestar.

 

Cómo presentar un gato a un perro y viceversa

1. Presentale una prenda con el olor del otro

Ante la pregunta de cómo presentar un gato a un perro, lo más importante es saber que los animales se conocen a través de su olor, por ello es importante ofrecer algo con el olor de un animal al otro antes de su primer encuentro físico. Puedes intercambiar mantitas, juguetes y platos de comida. Nunca frotes ese objeto con el olor de un animal por el cuerpo del otro ya que eso puede irritarlo mucho. Se trata simplemente de dejarla y permitir que se acerquen a su ritmo para olerla.

Mientras haces esto, debes mantener a los animales unos días en habitaciones separadas pero conectadas por puerta cerrada. Los animales se olfatearán debajo de la puerta y se acostumbrarán a la presencia y al olor del otro sin estresarse, ya que se sientes seguros. 

 

 

2. Dejar que ambos se vean y olfateen con una reja de protección entre ambos

Preséntalos en un lugar amplio y grande y a ser preferible, llevando el perro atado. El gato, por su parte, debe tener la posibilidad de huir hacia una estanteria, por ejemplo.

Obsérvalos y permita que se miren y se huelan. En este paso lo mejor es que puedan verse los animales desde cierta distancia de seguridad durante unos minutos y siempre bajo supervisión. Para que este paso tenga éxito también puedes previamente liberales de energía sobrante mediante juegos y ejercicio previamente a verse. También aliméntalos bien para que no estén hambrientos y ansiosos al momento de verse y pueda complicar la situación.  

 

 

3. Las primeras interacciones cortas y exitosas

Mantén atado al perro en el primer encuentro y observa continuamente su lenguaje corporal, háblales con calma y tranquilidad a los dos. Además, no cojas al gato en brazos ya que si se asusta puede tratar de soltarse y arañar sin querer.

Si el comportamiento es correcto y ambas mascotas se muestran tranquilas, pueden interactuar unos minutos. Si por el contrario se muestran tensos o su lenguaje corporal es de ataque dales espacio de nuevo y vuelve a separarlos. Esto es habitual y solo indica que tardarán un tiempo en aceptarse. Lo ideal es esperar un tiempo a que ambos animales empiecen a convivir respetándose, y ten paciencia ya que esto puede tardar semanas, incluso meses. 

convivencia entre perros y gatos

 

¿Sabías que la convivencia entre perros y gatos puede enseñarnos a nosotros también sobre paciencia?

Cuando hablamos de convivencia entre perros y gatos, no solo estamos hablando de ellos, sino también de nosotros. A menudo, la convivencia en el hogar requiere más que solo hacer que se lleven bien; necesita paciencia, esfuerzo y mucha observación. Los animales, aunque no hablen como nosotros, nos enseñan muchísimo con su lenguaje corporal y sus reacciones. Por ejemplo, al principio, si tu perro está emocionado y quiere acercarse demasiado al gato, el gato probablemente reaccionará con una mirada de “¡Espérate un momento!” o incluso saltando a un lugar más alto para escapar. Esto, lejos de ser un signo de hostilidad, es una manera de decir “¡Dame espacio para conocerme a tu ritmo!”.

Lo divertido de la convivencia es que, como en las mejores amistades, todo comienza con pequeños gestos de respeto. Puede que no se conviertan en los mejores amigos al instante, pero verlos interactuar, jugar o simplemente estar en la misma habitación sin pelear, es un avance gigante. Y, al final, aprender a vivir juntos es una lección que tanto ellos como nosotros podemos aplicar en muchas otras áreas de la vida.

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