La inflamación de las glándulas anales en perros recibe el nombre de “saculitis anal” y, consiste en una infección de las glándulas ubicadas a ambos lados del recto, a muy poca distancia del ano, las cuales producen la secreción de un líquido lubricante que, además de facilitar la expulsión de las heces, posee un distintivo y fuerte aroma particular en cada perro.
Además de evitar problemas durante la eliminación de desechos, las glándulas anales son la razón de por qué los perros siempre van directos a oler el trasero de otros perros, con el objetivo de detectar ese característico olor, que es único en cada animal, y sirven tanto para identificarse como para comunicarse entre ellos, permitiéndoles saber, por ejemplo, si están en celo.
El problema es que cuando las glándulas anales de los perros se obstruyen, pueden inflamarse, provocando un dolor que puede resultar muy molesto, siendo importante vaciar las glándulas correctamente para evitar que puedan infectarse, lo que podría derivar en un absceso anal, además de otros problemas.
Por ello, en Las Almenas te vamos a contar cómo vaciar las glándulas anales de tu perro para que puedas tratarlas de forma adecuada en caso de que padezca este problema, mucho más habitual de lo que puede parecer.
¿Por qué se inflaman las glándulas anales?
Estas son las principales causas de inflamación de las glándulas anales en perros, que pueden variar en función de cada caso:
- Falta de vaciado de las glándulas: cuando las glándulas anales no se vacían correctamente, puede producir un impacto u obstrucción de las mismas, a causa de que el líquido acumulado se endurece y bloquea la salida de la glándula. Puede surgir debido a problemas de salud o diferentes cambios, siendo algo muy habitual en perros ancianos y en perras embarazadas.
- Deficiencia de fibra y ácidos grasos: la carencia de estos nutrientes complica el tránsito intestinal y la eliminación de las heces, lo que puede provocar irritación en la zona del recto y en la zona de salida del líquido.
- Enfermedades intestinales: problemas como el tránsito lento, el estreñimiento, la diarrea u otros problemas en el sistema digestivo, pueden provocar irritación en la mucosa de todo el tracto rectal, lo que derivaría en la inflamación de la zona final del tracto, debido a una presión más elevada de lo habitual.
- Cambio de alimentación: las alteraciones fuertes en la dieta favorecen la aparición de problemas gastrointestinales, como la diarrea y el estreñimiento, que irritan e inflaman tanto la mucosa como las glándulas anales de los perros.
- Cambios en las heces: las variaciones en la consistencia, textura y color de las heces, pueden ser una señal de que se están produciendo cambios en la acidez, que podrían ser la causa de la inflamación en esta área del recto.
Principales síntomas de la saculitis anal
Estos son los principales síntomas que indican que tu mascota puede estar sufriendo un problema de saculitis anal:
- Frotación intensa del ano contra el suelo.
- Lamido persistente y frecuente de la zona anal.
- Sensación de malestar, a veces manifestada por la negativa a caminar y la evitación de mover la cola.
- En casos más severos, pueden aparecer síntomas como fiebre, apatía, falta de apetito o somnolencia.
- En situaciones donde hay una acumulación significativa de líquido y no se expulsa naturalmente, puede desarrollarse una fístula (el organismo busca una salida para el contenido acumulado).
- Olor desagradable de la zona del trasero.
- Tu perro muestra signos evidentes de incomodidad.
¿Cómo vaciar las glándulas anales?
Si últimamente has notado alguno de los síntomas anteriores, es importante que acudas al veterinario lo antes posible, para que pueda realizar una valoración del estado del animal. La rapidez es clave, puesto que se trata de una zona muy sensible y, si empeora, podría derivar en una infección grave, e incluso extenderse a otras áreas cercanas.
El veterinario se encargará de vaciar las glándulas anales de tu perro, limpiando correctamente la zona y aplicando el tratamiento adecuado. En la mayoría de casos, si se detecta rápidamente, el vaciado podrá realizarse de forma natural, sin necesidad de intervención.
Si este problema se repite de forma periódica, toma nota, porque te contamos cómo vaciar las glándulas anales en perros tú mismo, paso a paso desde casa.
Antes de nada, recomendamos vaciar las glándulas anales de tu perro entre dos personas, ya que al tocar la zona, el perro se moverá en exceso e intentará escaparse o sentarse, complicando enormemente el vaciado. Así mismo, hazlo en la bañera, en la ducha o en el jardín, para así facilitar la limpieza.
Para realizar el vaciado, ponte unos guantes de látex desechables, y trata de calmar a tu perro, acariciándole la base de la cola o la barriga para que esté más tranquilo.
Después, con mucho cuidado, levanta la cola y coloca una gasa en el ano para recoger el líquido, que puede salpicar, y debes tener en cuenta que mancha y tiene un olor muy desagradable.
El siguiente paso es localizar las glándulas anales, que las encontrarás en los laterales, teniendo que masajear poco a poco y palpar bien. Cuando las hayas encontrado, presiona para que salga el líquido, y recógelo con la gasa.
Cuando hayas terminado el vaciado, limpia exhaustivamente la zona anal con unas toallitas húmedas, asegurándote de que no quede nada de líquido.
Ya sabes cómo hacerlo, pero, si tienes dudas o no quieres correr riesgos, consulta a tu veterinario para que te explique cómo se vacían las glándulas anales de un perro correctamente, y te indique cada cuánto tiempo realizar el vaciado.
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